Llenas de magia la penumbra...vienes y vas. Magia de un amor dulce y hermoso.
Me hechizas con tus besos y me atrapas...Suave red en la que descansan mis dìas...
domingo, 20 de enero de 2013
martes, 15 de enero de 2013
Pâra retomar el camino...
Nada mejor que con este poema de Federico Garcia Lorca que me encantaba recitar hace ya un tiempo....
La casada infiel
Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
Los árboles han crecido
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revolver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena
Yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.
Me porté como quién soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande, de raso pagizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.
La casada infiel
Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
Los árboles han crecido
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revolver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena
Yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.
Me porté como quién soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande, de raso pagizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.
viernes, 3 de agosto de 2012
Recordando historias
Estaban todos reunidos alrededor del fogòn del atardecer. Su corta edad se traducia en miedo y aventura
Al sonido de la lectura acostumbrada del libro preferido, escucharon los pasos del desconocido que se acercaba. Se les entrecruzaron los pensamientos, y no apareciò en el recuerdo el consejo de los padres. Ave Marìa Purìsima resonò en lo profundo de la noche, y el eco de mil pàjaros no devolvìo sìlaba alguna. Otra vez. Ave Marìa Purìsima y esta vez el sonido sordo de un escopetazo acompañò el silencio
Invadidos por el miedo y la angustia se internaron en un sueño intranquiloy entrecortado..
Y pasò la noche, y pasaron los dìas...
Y oyeron en el pueblo al turco Andrès contar la historia de su osadìa al visitar a unos vecinos que no resultaron ser tan amistosos ni hospitalarioscomo se creìa...
Al sonido de la lectura acostumbrada del libro preferido, escucharon los pasos del desconocido que se acercaba. Se les entrecruzaron los pensamientos, y no apareciò en el recuerdo el consejo de los padres. Ave Marìa Purìsima resonò en lo profundo de la noche, y el eco de mil pàjaros no devolvìo sìlaba alguna. Otra vez. Ave Marìa Purìsima y esta vez el sonido sordo de un escopetazo acompañò el silencio
Invadidos por el miedo y la angustia se internaron en un sueño intranquiloy entrecortado..
Y pasò la noche, y pasaron los dìas...
Y oyeron en el pueblo al turco Andrès contar la historia de su osadìa al visitar a unos vecinos que no resultaron ser tan amistosos ni hospitalarioscomo se creìa...
miércoles, 11 de julio de 2012
viernes, 6 de julio de 2012
Anhelo
Estaban juntos, pero en realidad solos....Anhelaban los besos y caricias de ayer , pero no lograban encontrar el camino...La luz parecia cada vez màs lejana . No encontraban la forma de volver a recuperar lo perdido...
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